Croquet

Fusión de golf y ajedrez, su combinación de estrategia y habilidad convierten al croquet en uno de los deportes más intelectuales. De origen europeo y con siglos de historia, ha ganado popularidad en todo el mundo. A Inglaterra llegó desde Irlanda y con su elegancia conquistó a la aristocracia, siendo incluso deporte olímpico en París, en el año 1900.

En España se hizo popular partiendo de Asturias, donde se fundó el primer grupo español de croquet en 1926. De allí se difundió a otras zonas del norte como Santander, Bilbao y Galicia. En 1994 se creó la Asociación Española de Croquet (AEC), hoy constituida como Federación Española de Croquet (FEC), que cuenta con casi 1.900 jugadores afiliados y 27 clubs federados.

Según la FEC, se trata de un deporte fácil de aprender, con dos formas de juego reconocidas internacionalmente: association croquet o croquet AC y golf croquet o croquet GC. Una de las claves de su éxito radica en que entretiene a todos los públicos, y tanto hombres como mujeres compiten en igualdad de condiciones. El campo de croquet es rectangular y en él se colocan una serie de arcos en un orden establecido. El objetivo es golpear con un mazo las bolas, pasándolas por un número mínimo de arcos siguiendo un recorrido determinado. Los partidos pueden jugarse en categoría individual o por parejas y suelen durar unos 50 minutos.

Inmortalizado para siempre en la célebre obra Alicia en el País de las Maravillas, escrita por el inglés Lewis Carroll en 1865, donde la Reina de Corazones juega al croquet y explica sus reglas, este deporte también destaca por fomentar el respeto por el rival durante la competición.

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